martes, noviembre 21, 2006

Milagros Remotos

Para la antigüedad no muy lejana, la palabra remoto era sinónimo de
inalcanzable. Cuando existía una posiblidad remota, se trataba de una
pequeña y débil opción carente de toda potencia.

En ese pasado el milagro era comercio habitual, y el concepto acompañaba
al hombre común como se trata a una opción posible. A valores de hoy,
sería como ganarse la lotería. Bueno, no es una idea muy real, pero
mucha gente juega cotidianamente esperando el milagro con más convicción
que la que podría tener por encontrarse con un ángel.

Hoy el milagro y lo increíble en una película han desaparecido del
ideario de la gente común. Por más increíble que haya sido la hazaña de
un doble de riesgo, la gente pensará que todo fue armado por computadora
y el efecto no producirá la admiración que se buscó.

En el evento milagroso, la prescencia de un ser superior se aleja casi
en la misma proporción que lo remoto se acerca. El control remoto, que
podría ser considerado un artículo de brujería cuando se lo encuentra,
extiende nuestro brazo para hacerlo intangible. Las reuniones de
teleconferencia, el acceso remoto de las computadoras, el celular, el
email y el spam.

Si yo le contara a un ser del pasado que personas de todo el mundo me
envían cartas con regularidad para venderme productos afrodisíacos sin
que yo los conozca y sin que yo les haya dado mis datos específicamente,
despertaría una sonrisa socarrona y su frase correspondiente: sí, claro...

Si le contara que casi todas las personas reciben diariamente una
veintena de cartas de ese tenor con naturalidad y prestancia, empezaría
a entender la locura en la que vivimos. Si le avisara que además
nosotros pagamos por ese correo se me quedaría mirando con absoluta
incredulidad.

Con esa clase de milagros es que lo milagroso ha quedado reducido en
popularidad al mínimo. Podríamos contarle de los viajes en un pájaro de
metal enorme que surca los aires con nosotros y nuestras pertencias.
Pero cuando le avisara que las personas que dirijen ese pájaro no me
dejan llevar un cortauñas por que lo consideran un arma letal empezarían
las cejas levantadas y las desconfianzas. Pero qué barbaridad este
pariente del futuro que dice cada disparate!

Pero mi pariente del futuro se comunicó antes de que tuviera las agallas
de hablar con mi ancestro. Me dice que está preso por haber memorizado
un poema. Es una violación a la ley 11723 de copyright que rige en la
Argentina de hoy, pero es que se han puesto muy estrictos.