jueves, marzo 29, 2007

Zapping en la punta de los icebergs

Terminé de ver el último capítulo de Heroes y me quedé con ganas de saber más. Durante el programa aparecen carteles que nos apuntan al sitio de Internet -la televisión TODAVÍA no tiene vínculos clickeables- y no pude resistirlo. El sitio no es nada revolucionario, pero a medida que fui leyendo encontré todos los sitios que aparecen en la serie, un comic que aporta historias secundarias y que enriquece la trama, blogs de los personajes -lo que nos hace sentir que son reales-, y sobre todo: una abundante cantidad de sitios de fanáticos que aportan datos interesantes, debates fogosos y teorías enloquecedoras.

Dicen que hay mucho detrás de un programa de televisión. Y para algunos programas que han aparecido recientemente, eso es fundamentalmente poco. Hace unos seis meses que Heroes hizo su debut en los Estados Unidos y sin hacer nada absolutamente novedoso combina la vasta riqueza de medios que existe hoy para crear una plataforma de arrastre.

Con mi cerebro anestesiado -después de ver tantas mutaciones en tantos programas distintos- no puedo vibrar esa sensación de inminente cambio genético, pero la vibración es más fuerte para el profundo cambio que tiene por delante la industria de la diversión.

Una industria que hasta ahora ha mostrado ser lenta y apática para el cambio. Lo primero que se puede ver en el sitio de Universal Studios es una advertencia acerca del cambio que hicieron en la política de confidencialidad de datos, y parece una amenaza más que una bienvenida. Una rápida lectura a la página que presenta la política de confidencialidad nos revela que no hay nada demasiado diferente a la política de confidencialidad de cualquier sitio. Aún así, en el primer párrafo de la página principal se lee:

"[...] AL ENTRAR EN ESTE SITIO, USTED ADHIERE A NUESTRA POLÍTICA DE CONFIDENCIALIDAD Y A NUESTROS TÉRMINOS DE USO."


Se siente como una amenaza. Bueno, es posible que esos seres que amenazan a nuestros héroes y que visten el uniforme de la burocracia, finalmente pierdan el control de la industria, y que las personas que se concentran en no hacer el mal triunfen. Todos deseamos que este final no esté reservado a las películas que producen.