martes, diciembre 12, 2006

chatear

Como las cosas siempre andan cambiando, y la tecnología siempre nos trae avances en la forma que hacemos las cosas, también nos ha traído nuevas molestias y tengo ya una listita de las cosas más molestas que uno puede padecer en el nuevo arte de chatear.

  1. Mensajes interminables: Fulano está tipeando un mensaje. pasa un rato larguísimo y nosotros no queremos interrumpirlo. De hecho, mientras teclea no lee, así que son en vano todos los esfuerzos que hagamos para que se apure, o aprete ENVIAR y siga en otro renglón.
  2. Dibujitos para todo: Puso una carita para la letra E, así que cada vez que escribe una frase aparece multiplicada la tonta carita por toda la pantalla. O mandó un dibujo animado de una grosería indecible, y tenemos a todo el mundo mirando nuestro trabajo profesional. Las últimas tendencias muestran que estos programas tendrán más de estas obstrucciones a la comunicación.
  3. La paranoia: Nos dimos vuelta para atender otra cosa, y ya tenemos una treintena de mensajes desesperados y cada vez más furiosos porque no estamos contestando los mensajes.
  4. Todo es el chat: Las cosas importantes se mandan por email. Los datos, las planillas, las cosas que uno desea preservar quedan guardas con fecha y remitente, y son más fáciles de organizar en el correo. Claro, pero es más fácil mandar todo por el chat y después para encontrar esas cosas uno tiene que andar acordándose. La peor costumbre.
  5. El siempre-busy: Es un inútil total, pero cuando se conecta se pone automáticamente en ocupado. Al principio no sabemos si molestarlo o no, pero rápidamente entendemos que ocupado significa me quedé mirando el screen saver.
  6. el Hacker: Encontró la manera de averiguar quién lo bloquea, tiene un robot que contesta pavadas y tiene como mil cuentas distintas, que usa en los distintos lugares a los que va. O tinick con caracteres raros que aparecen en distintos colores. Héroe de la procrastinación, nunca para de sorprender con su nuevo cosito. De hecho me mostró el último teléfono que se conecta al chat y me dió una envidia tremenda. Después me contó lo que le costó la línea por estar siempre en-línea... jeje...
  7. Competir por el nick más estúpido: Qué manía tan horrorosa. Y uno tiene que pedir información extra para saber quién es el que se puse ese sobrenombre tan raro. Hasta que uno empieza a darse cuenta, ese debe ser fulano. Qué fastidio.