La forma de hacer las cosas...
Uno de los desafíos más grandes que estoy enfrentando en este momento es
que tengo que encontrar una forma diferente de hacer las cosas.
No es lo mismo que decir que tengo que hacer cosas diferentes, porque
tengo que hacer las mismas cosas, pero de una manera distinta.
Uno se acostumbra a un modus operandi, y realmente es complicadísimo de
cambiar. Siempre traté de llevar el concepto que me funcionó para la
próxima idea, para sentirme que estoy parado sobre algo que conozco.
Sigue pareciéndome una buena práctica.
Pero en este momento estoy reorganizando lo que pienso, y veo que es más
fácil pedirle a las personas que hagan algo para mi, a su manera. De
hecho, cuando yo mismo soy el que hago algo para otros, estoy tratando
de hacerlo de la manera que los otros lo entenderían.
Sé que YO soy de una manera, y que muchas de mis habilidades se deben a
un conocimiento organizado, a un carácter determinado y a un conjunto de
cosas que se congregan para hablar de un YO en primer lugar.
No pienso olvidarme quién soy, pero es mucho más fácil la vida si trato
de entender la forma del otro. La mayor riqueza personal está en
descubrir la riqueza de los demás, y poder compartirla. Si yo fuera un
ladrón, sonaría tenebroso, pero cuando se trata de compartir las
experiencias, la gente está mucho más deseosa de hacerlo de lo que uno
pensaría.
Y eso me trae al primer párrafo. Estoy tratando de cambiar mi
personalísima forma de hacer las cosas para aprender a incluir las
formas de los demás.