Hace muchos años, en los albores de la computadora personal, sólo existían los vendedores de hardware, el aparato en sí. El software, era considerado un producto asociado y no se cobraba, ni había una licencia separada para él.
Williams Gates Tercero cambió eso y nació así una industria que opacó en pocos años a los fabricantes de piezas. El software se distribuye más rápido y más facilmente. Se piratea en la Internet y se copia de una máquina a la otra.
El señor Steve Jobs al frente de Apple Computers Inc estaba en el medio, produciendo las dos partes y casi se podría decir que hoy continúa de esta manera, porque el software que él vende viene para usarse dentro de las computadoras que él vende... o no? Bueno, las cosas ya no son tan claras.
Microsoft se queja de que las compañías de hardware se están vengando de la zancadilla que le hiciera a IBM allá por el año 1977, y que ahora están inflando a Linux, lo que es absolutamente cierto.
Steve Jobs tiene un pie en el mundo del código abierto. En una jugada que dejó boquiabierto al mundo de la informática dividió su sistema operativo en dos partes. La parte más oscura y aburrida de su sistema -por lo menos para sus usuarios- está basada en Free BSD, un hermano menor de Linux que tiene dos virtudes fundamentales: funciona y es seguro. Como beneficio adicional, el sistema de Steve puede ejecutar las aplicaciones de Linux nativamente, la mayoría de las veces.
La segunda parte es la capa del usuario, a la que pudo dedicarse con locura hasta dejar brillante y pulida. Su némesis tiene horrendos problemas en el sótano del Windows Vista, y aunque tiene diez veces más recursos queda a la zaga porque la complejidad de la tarea es titánica. Microsoft ha dicho que la próxima versión de su sistema operativo -que saldrá en diez años- será modular, o para ser más claro, copiará la idea de tener el sistema partido en dos. La parte visual del Vista está copiada descaradamente de la Mac, y ni siquiera llega a la altura de lo que es una Mac hoy.
En otra espectacular medida, Steve Jobs se pasó de IBM a Intel en los procesadores de sus computadoras, y muchas teorías empezaron a circular acerca de cuáles eran los verdaderos planes del Sr. Jobs. Él, claro, no produce computadoras sino que las arma juntando cosas de distintos fabricantes.
Como resultado del pase a Intel, las computadoras Apple pueden funcionar con Windows, un verdadero sacrilegio, pero una gran ventaja para los tímidos nuevos compradores.
La visión de Steve Jobs, CEO de Apple Inc (hace unos días la palabra Computer fue eliminada del nombre de la compañía) es que la guerra del hardware vs software se puede volver más cruenta y su posición debe ser segura. En esta clase de guerra los ganadores son los que pueden renegociar y la posición de Steve es muy buena: es una especie de palco.
El futuro de Windows Vista es incierto. Sin haber tenido una buena aceptación, todos esperan que la nueva versión del sistema operativo sea el estándar dentro de tres años. Las computadoras se renuevan, dicen, pero si tomamos en cuenta lo que le tomó a Microsoft deshacerse de Win98, la cosa se puede estirar todavía más. Justo antes de salir Vista, Microsoft se puso muy firme con la piratería porque entendió que el competidor más grande sería el propio antecesor, el XP, y que si era fácil de copiar e instalar el mundo compraría boletos en el nuevo tren cuando ya fuera tarde para la compañía. Dentro de tres años, el éxito o el fracaso de Vista serán irreversibles.
Si Microsoft sigue declinando, Steve Jobs tiene la posibilidad de tomar una buena tajada del mercado. Aún si se recupera, la participación del mercado de Apple podría trepar hasta el diez por ciento, duplicando el número que le dan las encuestas que más le sonríen hoy.
En el mundo de las computadoras personales, Steve Jobs puede, si lo desea, convertirse en un vendedor de software. Y puede, si lo desea también, competir con Windows directamente y en su mismo hardware. Jobs cree firmemente en un férreo control del hardware que utiliza, y en general tiene una mirada despreciativa para los manejadores que producen los vendedores de hardware. Y tiene razón.
A pesar de que el Sr. Dell ha insistido muchas veces, un acuerdo con el mayor armador de PC's del mundo no parece cerca. Pero por primera vez en la historia de Windows vs Mac, es solamente una cuestión comercial. Si tuvieran un costo similar -y ahora con Windows Vista Ultimate los precios bajos están del lado de Apple- sería una opción del cliente una vez que ya eligió el hardware:
con que la lleva? Ah! con Mac! muy bien señor!.
Es un escenario horrible para Bill Gates, y sería muy raro que Jobs se desentendiera tanto del hardware: es un fanático de la calidad. Y es muy posible que sea perjudicial para él bastardear así su sistema inmaculado. Pero repito frenéticamente: ahora si quiere, puede hacerlo!