viernes, julio 07, 2006

Windows y el Software Comercial

Las aplicaciones que se apoyaban en un sistema operativo por demás incompleto peligran a medida de que el Windows madura y evoluciona. Estos golpes de madurez ocurren cuando Microsoft se despierta y reconoce a la competencia que le hace muecas mientras duerme. Muchos se sienten traicionados por el modelo de Windows, pero harían mejor si pusieran el esfuerzo en entender las reglas de juego. Un sistema operativo que no muestra fotos o que no toca música ya no es un sistema operativo. Y si no protege a la computadora de virus, adware, ataques externos y demás cosas, es una estafa! Y si no se conecta con Internet y manda emails es un sistema que se quedó en el tiempo y debe ser descartado.

Mucho del espectro de software millonario, está precisamente en el segmento que acabo de mencionar. Aún cuando se trate de software gratuito, mover estos millones de personas que necesitan soluciones es igual a tener mucho poder económico. Y están en peligro, con justa razón.

Se forman muchas veces nichos, o lugares protegidos de esta guerra porque se trata de mercados muy pequeños, con herramientas específicas para unos pocos.

Pero apenas el mercado se transforma en algo apetecible, las cosas cambian. La sombra de Microsoft se extiende ya sobre el software de gestión comercial. Además de que planea comprar a SAP, intentó ya armar una plataforma de programas de gestión en la que los actuales productores de software se reducirían a generar plug-ins o adaptadores para que la plataforma interprete los diferentes laberíntos legales de cada región.

A un paso queda la conexión comercial a Internet y el portal mega-económico para que todos estemos atados a Microsoft en este nuevo sistema de software como servicio.

Las reglas en el mundo informático no están escritas, y los contratos jamás se renuevan en los mismos términos. Si bien es un problema que afecta a todo el software comercial, de la mano de Windows este río revuelto adquiere muy poco margen de maniobra. Es muy probable que Microsoft tenga que abandonar el negocio de los sistemas operativos cuando entienda que bajo este modelo, no puede dejar de generar enemigos y decepción, los componentes escenciales en una derrota.